miércoles, 9 de marzo de 2011

Visitando la exposición con el artista

Pablo Echaurren romano con ADN chileno. Hijo de la actriz italiana Angela Faranda y del pintor Chileno Roberto Sebastian Matta Echaurren. Pablo es un artista que no se ha limitado solo a la pintura, sino que ha experimentado con comics, cerámicas, pequeñas esculturas...
Pablo de pequeño quería ser entomólogo, cuando era adolescente quería ser músico, bajista, y acabó siendo pintor. Pero en sus obras podemos ver estás pasiones que se han convertido en inspiración.


Ayer, gracias a Fabiola Cinque, coordinadora del Master que estoy haciendo en el IED y amiga personal de Pablo Echaurren, tuve la grandísima oportunidad de visitar la exposición de Crhomo Sapiens en el Museo del Corso (Roma) con Pablo, su mujer y con la crítica de arte que ha organizado la muestra. ¡¡Que experiencia golosos!! E grazie mille Fabiola!




Pablo al principio no tenía muchas ganas de contarnos cosas, pero luego se fue soltando. Nos habló de las diversas interpretaciones de una obra, de como él parte de algo y de ahí salen muchas más cosas que quizás tengan significado para él o quizás no. Y de como luego se sorprende viendo las interpretaciones y los muchos significados que el espectador da a sus pinceladas.




La exposición esta dividida en cuatro secciones. La primera, Roma, es la que más me gustó. Con esa visión cínica y llena de color de la ciudad eterna, la Big Onion, como él mismo la ha llamado en uno de sus cuadros. "Si Nueva York es la Big Apple, Roma es la Big Onion" bromeaba Pablo señalando el cuadro en el que el Coliseo parece realmente una cebolla con todas sus capas.
La segunda sección era pintura sobre cerámica, la tercera comics, collage e ilustración en portadas e interiores de diversos libros. Y en la cuarta y la quinta llegamos a las pasiones de su infancia. Primero la música, con un montón de cuadros llenos de bajos. Y por último la naturaleza y los insectos.




La negatividad de Pablo con respecto a la posibilidad de interacción entre artistas de diversos ámbitos o su obsesión por recordarnos la muerte no hizo que el ánimo decayese, porque esas obras, llenas de color, no pueden deprimir a ninguno. Pero sobre todo, porque conocer la obra con el artísta era una emoción tan fuerte que no podíamos ser negativos en ningún momento. 
Aquí os dejo algo de lo que vimos, aunque recomiendo a quien esté en Roma antes de este domingo que pase a verla, y a quién no, si os encontráis en cualquier otro sitio del mundo una exposición de Pablo, no dudéis en visitarla.











No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...